martes, 30 de noviembre de 2010

Hasta que el reloj no cuente los segundos


Los años podrán pasar, y el extrañarte se convertirá
En una danza eterna, a la cual nunca me podre acostumbrar

Pasaran los meses, y yo sentada, en mi cuarto con tus fotos
Añorando los recuerdos, de los momentos en que éramos uno
Y cada uno era del otro, solo por el hecho de existir
Respirando el mismo aire, embriagados de placer.

Pasaran las semanas y las lágrimas rodaran por mi mejilla
No seré de nadie, por que el mundo se perdió en la ventana
Atreves del cristal por el que te vi marchar.

Pasaran los días, y me llenara de risas nerviosas
Llegando a pensar que estoy loca por extrañarte tanto
Y teniendo sueños consecutivos de nuestro reencuentro.

Pasaran las horas, y seguiré pensado que el destino
No es considerado con mi corazón, tú estabas tan cerca
Y ahora estas muy lejos, tan lejos que no te puedo tocar.
Ni en mis sueños te puedo tocar.

Pasaran los minutos, y mirare al cielo, viendo tu rostro
En las nubes al pasar, y me sentiré sola, sola porque
No te puedo alcanzar.

Pasaran los segundos, y mi cara mostrara una sonrisa
Porque me acorde de ti, y de alguna cosa que me habías dicho
Como todas las que dices, y que me logran hacer reír

Y así llegaremos al final del tiempo, cuando no corra el reloj
Ahí en ese preciso momento, superare que ya no estas
Y que no me vas a hacer falta nunca mas, y llenare mi cara de
Alegría por que tengo algo que llevarme a la otra vida
Tu rostro y tus recuerdos, tus labios y lo mucho que te quiero.

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